El
Departamento del Tolima fue creado jurídicamente por medio de la Ley número 01
de 1908, la cual fija sus límites territoriales. La región estuvo habitada
muchos años antes de la llegada de Colón al continente por razas aguerridas de
origen Caribe denominadas por los españoles como Pijaos. Estas incluían las
tribus putimaes y yalcones, pantágoras, guarinoes y marquetones, entre las
cuales sobresalían los panches. Sin embargo, la zona comprendida entre Anserma,
Toche, Cocora e Ibagué, estaba poblada por descendientes de la raza quimbaya,
diferentes a los pijaos, individuos en los que predominaban rasgos asiáticos,
corpulencia, ojos oblicuos, cabello atado en cola de caballo, y esencialmente
guerreros que se entrenaban en el manejo de las armas desde su adolescencia.
Sebastián
de Belalcázar fue el primer conquistador que pisó suelos tolimenses en 1538;
posteriormente llegaron otros como Hernán Pérez de Quezada, Andrés López de
Galarza y Francisco Núñez de Pedroza. En el año de 1886 el territorio se
convirtió en el Departamento del Tolima, conocido en ese entonces con el
apelativo de Tolima Grande.
Este
departamento se dividió y se creó el Departamento de Huila con la mayor parte
de la provincia de Neiva, y en 1908 con el resto del antiguo territorio se creó
el Departamento de Tolima, con su capital Ibagué.
El Departamento le debe su nombre a la historia de una
princesa indígena, Dulima, martirizada y ejecutada por los españoles. Dulima
era una sacerdotisa que regentaba un santuario religioso en las cercanías del
volcán Machín, en donde fue asaltada y hecha prisionera, siendo conducida
encadenada hasta Ibagué, en cuya plaza principal fue incinerada viva por parte
de los conquistadores. Su nombre legendario ha sido conservado por
el Departamento como un homenaje.
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